1. Puerta de Brandeburgo:
2. Monumento del Holocausto:
Su nombre completo es “Monumento a los judíos de Europa
asesinados”. Fue inaugurado hace pocos años, en 2005, pero ya es uno de los
principales puntos de interés turístico en la ciudad. Casi 2.800 bloques de
hormigón, de diferentes alturas, conforman este espectacular memorial. Los
bloques, todos grises y vacíos, simbolizan las lápidas de un cementerio judío.
Es recomendable visitar el centro de información que hay bajo el monumento. La
entrada es gratuita y puede alquilarse una audioguía por 4€. Curiosamente a escasos metros del memorial se encuentra
el búnker en el que Hitler se suicidó. Berlín decidió inundarlo y no abrirlo al
público para que no se convirtiese en lugar de peregrinaje para neonazis. Hoy,
en el aparcamiento que lo cubre, sólo hay un letrero (bastante reciente) que
informa sobre la estructura del búnker y otros pocos detalles.
3. Reichstag:
Otro edificio histórico de Berlín es el Reichstag, donde se
reúne el parlamento alemán (Bundestag). Fue construido en estilo
neorrenacentista a finales del s.XIX, pero desde entonces las guerras e
incendios han hecho que cambiara mucho su aspecto. Su gran cúpula de cristal
recibe miles de visitas cada día. Desde las alturas se tienen unas buenas
vistas de la ciudad y pueden verse directamente las sesiones parlamentarias. O
eso nos han dicho, porque diversos infortunios impidieron que pudiésemos subir.
La visita (que incluye audioguía) es gratuita pero hay que registrarse con
algunos días de antelación.
4. Isla de los Museos:
5. Muro de Berlín:
Permitidme que haga trampas y lance aquí una triple
recomendación. Del muro original y sus 155km apenas se conservan unos metros
por aquí y por allá en su emplazamiento original. Las tres visitas que
recomiendo para conocer el muro y su historia son las siguientes: East Side Gallery, un tramo de
1,5km que hoy en día es la galería de arte al aire libre más grande del mundo.
El Gedenkstätte Berliner Mauer (Memorial
del Muro de Berlín), situado en la calle Bernauer Straße, compuesto por
diversos elementos: exposiciones al aire libre, la Capilla de la Reconciliación y,
sobre todo, el centro de documentación sobre el Muro. La entrada es gratuita y
desde su terraza podemos observar un tramo de muro al otro lado de la calle,
con una torre de vigilancia y los dos niveles de muro habituales, con la
llamada franja de la muerte en medio. Por último, hay que visitar el popular Checkpoint Charlie, el paso
fronterizo más famoso entre la parte soviética y la parte occidental. Hoy unos
actores hacen teatrillo para los turistas y el lugar en sí está hecho a base de
réplicas, pero se puede completar la visita entrando en la Haus am Checkpoint
Charlie.
6. Gendarmenmarkt:
Dicen que es la plaza más bonita de Berlín. Su belleza se debe a los tres
edificios que la flanquean: el Konzerthaus; la Französischer Dom
(Catedral Francesa) y la
Deutscher Dom (Catedral Alemana).
7. Plaza de Potsdamer:
Olvidada durante la etapa del Muro, la renovada Potsdamer
Platz vuelve a ser uno de los centros neurálgicos de la ciudad y es el
escenario de la Berlinale
cada año. La plaza en sí es un puro cruce de calles (dicen que el más grande de
Europa), pero tiene varios atractivos: el espectacular Sony Center, varios
fragmentos del Muro, el Panoramapunkt (ascensor más rápido de Europa), una
réplica del semáforo más antiguo de Europa y otros edificios muy importantes:
casino, estación de tren, Museo del Cine, etc. Además, se
encuentra a unos 400m de la famosa exposición “Topografía del Terror“, que
analiza a fondo la etapa nazi (entrada gratuita).
8. Barrio Judío:
En torno a Oranienburger Straße se congregaba (y aún se
congrega) el grueso de la comunidad judía de Berlín. En este barrio podemos
encontrar la Nueva Sinagoga, los patios
judíos del Hackesche Höfe, el Museo de Otto Weidt (una
especie de Schindler berlinés), cementerios judíos, etc. Pero para saberlo todo
sobre la historia de los judíos en Alemania hay que visitar el archifamoso Museo
Judío, que curiosamente no se encuentra en este barrio.
9. Alexander Platz:
La “Alex” fue la plaza más importante en el Berlín de la RDA y su altísimaFernsehturm (Torre
de Televisión), era uno de los grandes orgullos de la Alemania del Este. La
torre es muy visitada por las impresionantes vistas panorámicas que ofrece.
En la plaza destaca el Reloj Mundial. Y para ver un buen ejemplo de
arquitectura de la época comunista sólo hay que andar por la Karl Marx Allee, que termina en esta plaza.
10. Tiergarten:
El mal tiempo hizo que no pudiéramos conocer bien este
gigantesco parque, pero con algo de sol no hubiéramos dudado en alquilar unas
bicis para recorrerlo. Alberga el zoo y lo atraviesa la ilustre avenida del 17
de junio, con su famosa columna de la Victoria.
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